miércoles, 28 de febrero de 2007

Lo que mal empieza...

Como no podía ser de otra forma y viendo lo ocurrido en los prolegomenos del partido, el partido en sí no ha mostrado una cara muy distinta.

Noventa minutos eran demasiados para que la tensión que se mascaba en las gradas no acabase en algo como lo que he visto hoy por primera vez en un campo de futbol: el entrenador del equipo visitante saliendo en camilla del terreno de juego.




La directiva del Real Betis Balompié pide perdon en palabras de su consejero José Manuel Villarán culpando a un "energúmeno de lanzar un objeto que impactó en la cabeza de Juande Ramos", técnico del Sevilla FC.

No se puede culpar a un "energúmeno" de un hecho así cuando tú mismo no has dado ejemplo de deportividad; y cuando digo no dar ejemplo me refiero a no dejar de faltar el respeto al rival durante 18 días, incitar a tus seguidores y colocar una estatua de Ruiz de Lopera en el palco.

Por h o por b, un evento deportivo como la Copa del rey se ha convertido hoy en una vergüenza para el futbol español en general y para el futbol sevillano en particular. Haciendo cálculos, de un estadio de más de cuarenta mil personas pueden ser responsables de este hecho un "energúmeno" y unos cuantos directivos, las consecuencias para Juande Ramos y el futbol español son incalculables.

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